Decolonial Translation Group

 

"Otra civilización es necesaria", por Houria Bouteldja (PIR)

 7 Mayo 2012

 A continuación se presenta los comentarios preliminares de nuestra portavoz, Houria Bouteldja, en la conferencia titulada "Otra civilización es necesaria", organizada por el Grupo de Asociaciones de Bagnolet (GAP) y el Partido de los Indígenas de la República (PIR), el 7 de mayo, 2012. Esta conferencia en la que también participó La Alianza Cívica Negra (ANC) y La Frente Unida por la Inmigración y los Barrios, fue un gran éxito. Más de 400 personas asistieron entre los cuales algunos de ellos intervinieron en el debate que siguió. Vamos a publicar las intervenciones, ya que nos lleguen a nosotros.

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 Esta noche estamos celebrando la derrota de Nicolás Sarkozy. Celebramos la derrota de un presidente cuyo Primer Ministro declaro, solo unos meses atrás, que no todas las civilizaciones son iguales. Celebramos la derrota del hombre del discurso en Dakar: el hombre que declaró con su conocida arrogancia que el hombre Africano no ha entrado en la historia, el hombre que nos llamo basura, el hombre que prometió eliminarnos, el hombre de leyes discriminatorias, anti-inmigrante y islamofobicas, sin fin. El hombre que aun estaba diciendo hace pocas semanas que la carne halal era la prioridad numero uno para el pueblo francés. El hombre que implacablemente persigue a inmigrantes irregulares.

 Esta noche nos sentimos aliviados, estamos contentos.

 Otro presidente ha sido elegido. Un socialista. No confiamos en el para nada.  Como hijos de la colonización, hijos e hijas de inmigración, hijas e hijos de los barrios, nuestra historia y nuestra actualidad nos dice que nunca deberíamos confiar en socialistas. La derrota de Sarkozy no nos puede hacer olvidar el pasado colonial del partido de François Hollande. No podemos olvidar la determinación de diferentes autoridades socialistas en contra los intentos de todos inmigrantes y sus descendientes de organizar políticamente. No podemos olvidar la complicidad proactiva del poder socialista en adoptar leyes securitarias, en gran parte islamofobicas y amenazantes a la libertad. No podemos olvidar ni su implicación descarada en el sistema "Françafrique"1, al igual que no podemos olvidar su apegue a Israel junto con su "seguridad".

 A cada uno de los partidos, no les perdonamos su contribución activa a la teoría del "Choque de Civilizaciones".

 Es por esta razón que esta noche tiene un fuerte alcance simbólico.

 Simbólico por que esta ocurriendo el 7 de Mayo, un día después de las elecciones presidenciales. Significa para nosotros que la batalla política empieza ahora. No esperaremos hasta la próxima elección local o nacional para actuar. Fortalecidos por nuestra conciencia militante, afirmamos nuestra determinación de poner la fe en nuestras propias manos y no depender de la buena voluntad, las declaraciones de principios o de las promesas de los que nos rigen, ya sea en los niveles local, nacional o internacional. Afirmamos nuestra determinación de construir una organización política descolonial.

 Esta noche es simbólica también por que se lleva acabo en Bagnolet, un barrio popular que, junto con otros, no pudo evitar los disturbios del 2005. Un barrio ignorado durante la campaña presidencial mientras la miseria en todas sus formas y tamaños se recopilan en él: la pobreza social, desocupación endémica, la segregación geográfica, junto con las raciales y sociales, la brutalidad policíaca y sistema educativo precario. Allí es donde las clases populares más importantes viven; es donde las poblaciones de África, del mundo árabe/musulmán viven, de las Antillas o de Asia; con los dedos apuntados sobre ellos, estigmatizados por ser quienes son, su identidad, su cultura, sus creencias...

 La selección del 7 de Mayo también es simbólica por que representa el aniversario de la gran victoria descolonial: Dien Bien Phu el 7 de Mayo, 1954. La república colonial conoció una de sus mayores derrotas; una que presencio la victoria del pueblo Vietnamita sobre un sistema colonial injusto. Esa victoria fue para todos nosotros aquí. Al menos, eso espero.

 Es simbólica porque esta ocurriendo en 2012, 50 años después de la independencia de Argelia, 50 años después de las independencias Africanas. Un cincuenta aniversario que deberíamos celebrar con todo respeto a los mártires de las luchas de independencia, pero que aun no hemos analizado de manera critica y objetiva, frente a lo que estamos obligados a ver como independencias confiscadas por autoridades locales, cómplices de un sistema colonial e imperial que nunca desapareció, que recibió algunos golpes pero que logro transformarse para poder sobrevivir mejor. El proceso revolucionario que empezó en el Mundo Árabe con la caída de Ben Ali y que continúa a pesar de todas las dificultades que conocemos, es una señal de que todavía se permite la esperanza; sin embargo queda mucho por hacer. Todavía tendremos que contar a nuestros muertos, consolar a los huérfanos y secar las lagrimas de los vivos.

 Esta noche es simbólica porque esta ocurriendo en un momento crucial en la historia del Occidente. Nos enfrentamos a una crisis económica sin precedentes que afecta a Europa y  Estados Unidos en particular. Estamos probablemente viviendo un punto decisivo en la historia de la humanidad desde la dominación del Occidente. Nos enfrentamos a la emergencia de nuevos polos económicos, políticos y militares como China, India y Brasil. Una nueva geografía de poder toma forma. Es el principio del fin de la hegemonía occidental. Para pensar en nuevas alternativas políticas a escala mundial no se puede hacer sin la integración de estos nuevos parámetros, incluso cuando pensando en la política desde Bagnolet. Porque si las clases medias europeas están afectadas globalmente, ¿que hay por decir de los que viven en los barrios mas pobres de la periferias del Occidente? Somos ciertamente los primeros afectados. 

 Y si se nos apareció hoy, el 7 de Mayo, 2012, en el cruce de todos esto símbolos, es necesario e imprescindible hacer la pregunta de civilización; lo es porque para esta civilización, que representa el orgullo del Señor Guéant, somos sus primeras víctimas, por lo menos dentro de las fronteras de Europa. 

 Esta civilización está dentro de nosotros.

 Está aquí, en Bagnolet. Algo tan trivial como perfilar racialmente en puntos de control, dependiendo en como uno se ve, el color de su piel, dependiendo en sus orígenes. Dependiendo quien es moreno o no. Es una de las características de esta civilización en su mas extremas trivialidades. Es la seña de una jerarquía racial. Es la seña de la supervivencia del Código Negro y el Código Indígena, a pesar de que fue abolido hace mucho tiempo. Es un signo de la existencia de razas sociales, construidas en la historia política y judicial de Europa y que hacen que estos códigos existan en los cerebros de los policías.

 Existe en el desprecio exhibido entre las autoridades políticas hacia los lenguajes y las culturas de las poblaciones que viven en los barrios, como los Africanos que aun no han entrado a la historia, considerados sin valor suficiente para ser oficialmente reconocidos o enseñados.

 Existe en la hostilidad obsesiva contra el Islam y sus expresiones dentro de la sociedad francesa.

 Existe en la interferencia humanitaria en los discursos que justifican la guerra o las intervenciones militares en Irak o Libia.

 Esta civilización existe en el corazón del Mundo Árabe. Allí, su nombre es Israel. 

 Esta civilización ha existido desde hace 400 años: su entrada a la vida trajo el genocidio de indígenas de las Américas, su misión llevada a cabo por el comercio de esclavos que vio, de hecho, la deportación de varios millones de Africanos y la muerte de muchos mas millones, la colonización del mundo, la destrucción o incluso la desaparición de sociedades enteras junto con las guerras fratricidas dentro de las fronteras europeas en la forma de dos llamadas guerras mundiales que causaron millones de muertes y que fueron el escenario para el genocidio judío, junto con los Tziganes y muchos otros. Esta civilización sigue su trabajo en Irak y Afganistán. Su locura ahora la dirige contra Irán.

 Esta civilización ha existido desde hace 400 años: su nombre es la Modernidad Occidental. Francia es uno de los principales actores de esta civilización, a pesar de que el actor está cansado y envejeciendo.

 Bagnolet pertenece a esta civilización.

 Estamos integrados en esta civilización. Estamos integrados hasta el pescuezo. Sin embargo, paradójicamente, se nos critica por no estar integrados, o al menos no lo suficiente. ¡Intégrense! Es imperativo. Es una orden, una orden judicial. Tenemos que cumplir. Tenemos que obedecer. Tenemos que someternos sin cuestionar.  ¿Pero integrarnos a que exactamente? ¿Que es este otro paso que tenemos que cruzar? ¿O que tal vez ya hemos ampliamente cruzado? ¿Cual es el punto ciego de esta pregunta? ¿Cual es la parte no contada de esta orden judicial hacia la integración? Quizás esté aventurando, pero en mi opinión, es a esta civilización a la que quieren que nos integremos y quieren que nosotros nos perdamos. Cuando se nos dice que el Islam no ha hecho su aggiornamento (actualización), que es una religión del pasado que necesita ser reformada con el fin de adaptarse a la modernidad, se nos dice nada más que esto: el Islam tiene que someterse a la civilización occidental, a sus normas, a su economía capitalista; el Islam tiene que vaciarse. El Islam tiene que convertirse Blanco/Occidental. El Islam tiene que integrarse.

 Por supuesto, estamos resistiendo. Sin embargo, con mucha ambivalencia, porque nosotros plebiscitamos esta civilización cada día. La apreciamos cada día, la renovamos cada día, aseguramos su supervivencia. La verdad es que estamos fascinados por esta civilización. A menudo, cuando se es musulmán, preferimos reclamar la gran civilización Árabe-andalusí, la única capaz de desafiar la supuesta grandeza de la civilización occidental, en lugar de admitir que nuestros padres provienen de un pequeño pueblo o aldea de Aurès o de Rif. Con frecuencia, cuando somos de la África Negra preferimos contar que nuestra historia esta en la era de los faraones, una civilización reconocida, en lugar de decir que venimos de un pequeño pueblo de Malí. Muchas veces preferimos los altos y prestigiosos rascacielos de Nueva York, en lugar de aquellos ancestrales de Sanaa en Yemen.   Buscamos en el Corán la prueba del átomo para justificar que somos modernos. El momento en que incluso hemos presidido a los occidentales en la fabricación de la bomba nuclear. Porque sin el átomo, no hubiera bomba nuclear y sin bomba nuclear, no hubiera Hiroshima….

 En el PIR (Partido de los Indígenas de la Republica), tenemos una consigna a la que estamos profundamente unidos, y que es "No a la integración a través de jamón". Personalmente, a mi me gusta mucho. Significa que nos comprometemos a nosotros mismos. Significa que nos atenemos a lo que queda de nuestra historia y nuestras tradiciones. Y me refiero a "lo que queda", porque una gran proporción de nosotros desapareció con la integración, una integración que no se inició en Francia en los años 60 sino en la época colonial, donde la totalidad de nuestros países fueron integrados en un gran proyecto económico y civilizacional, liderado por fuerzas occidentales. 

 Bueno, a pesar de que me gusta esta consigna, me parece muy débil. Es muy débil, debido a que se puede, de hecho, resistir la integración a través de jamón. Es la cosa mas fácil. Podemos conservar algunos aspectos de la vida, ir a la mezquita, rezar cinco veces al día, respetar las demás obligaciones religiosas y morales y al mismo tiempo, aceptar y ser parte de la caza de inmigrantes irregulares.  Despreciar el recién llegado. Esto también es la integración.

 Cicuenta años después de la independencia de Argelia, mientras que Le Pen nunca lamentó su uso de la tortura, mientras que Aussarès todavía está vivo y admitió al asesinato de Larni ben Mhidi, algunos Musulmanes lograron hacer campaña por Marine Le Pen, algunos Musulmanes justificaron el cierre de la fortaleza Europea y la deportación de inmigrantes irregulares. Estos son los más avanzados en el proceso de integración. Además de ser patético, estas posiciones entre nosotros revelan un alto grado de corrupción de nuestra alma a tan sólo cincuenta años después de las independencias Africanas. Depende de nosotros decidir si continuar o poner fin a esta integración. 

 Me gustaría concluir con una observación de nuestro amigo Ramón Grosfoguel, presente hoy con nosotros, profesor universitario en Berkeley e activista descolonial. Él nos invita a adoptar la perspectiva de Indígenas en las Américas: los partidos europeos de izquierda tienen una tendencia a pensar que el sistema capitalista se vierte sobre el mundo en 1492, cuando América fue "descubierta". Y explican el mundo de cual ellos (de izquierda) marcan como la expansión capitalista de Europa a las Américas. Ramón Grosfoguel nos dice que no!  Tenemos que adoptar el punto de vista de los Indígenas de las Américas cuando vieron a los Europeos llegar. No sólo es el capitalismo que vieron que se acercaba.  Ellos vieron una ola de valores, una nueva religión, nuevas armas más destructivas que las que utilizaban, lenguajes que reemplazarían a los suyos. Lo que cayó sobre ellos no era sólo el capitalismo, es decir, un sistema económico. Se trata de una civilización. Es por eso que esta noche, no decimos como el altermundista "otro mundo es posible", sino podemos  decir, con esperanza y la buena voluntad de los Indígenas de las Américas: ¡otra civilización es necesaria!

 Houria Bouteldja,

Bagnolet, 7 de mayo 2012

 

 Traducción por Roberto D. Hernández.

 


1 El termino "Françafrique" se refiere a las relaciones coloniales que siguieron existiendo después de las independencias y que siguen hoy día entre Francia y África.